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Este ritual está diseñado para cortar energéticamente y físicamente la unión entre dos personas. El espejo actúa como un portal que refleja la separación, multiplicando la intención del corte, mientras que las velas negras absorben la energía del vínculo para anularla.
1. Materiales e Instrumentos
Para realizar este trabajo con la solemnidad adecuada, se requiere:
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2 Velas Negras: Preferiblemente de tipo bujía o alargadas. El negro no es maligno en este contexto; representa la absorción, la anulación y el final absoluto. Una vela representa a una persona; la otra, a su pareja.
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Hilo o Lana Roja: El rojo simboliza el vínculo de sangre, la pasión o el «hilo del destino» que los mantiene unidos actualmente.
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Un Espejo Pequeño: Debe tener soporte para mantenerse vertical. Este espejo no debe ser usado para aseo personal después del ritual (idealmente, debe ser nuevo o consagrado solo para esto).
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Tijeras de Acero: Deben estar afiladas. En la magia ceremonial se prefiere un cuchillo (athame), pero para cortes de vínculos, las tijeras son el instrumento arquetípico de la separación.
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Un objeto punzante (alfiler o clavo): Para inscribir los nombres en la cera.
2. Preparación del Altar
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Inscripción: Toma la primera vela negra y talla con el alfiler el nombre completo de una de las partes de la base hacia la mecha. Haz lo mismo con la segunda vela y el nombre de la otra persona.
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El Vínculo: Coloca las velas una al lado de la otra. Toma el hilo rojo y átalas juntas. No las pegues completamente; deja un espacio de unos 5 a 10 centímetros de hilo entre una y otra, creando un «puente» visible. Realiza tres nudos en cada vela para asegurar el hilo.
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Disposición: Coloca el espejo frente a ti. Sitúa las dos velas unidas delante del espejo, de modo que puedas ver reflejadas las dos llamas y el hilo que las une.
3. Ejecución del Ritual
Paso 1: El Encendido Enciende primero la vela de la izquierda y luego la de la derecha. Observa las llamas en el espejo. Visualiza a la pareja. No los visualices felices, visualiza la realidad de la separación que deseas manifestar.
Paso 2: La Reflexión Mira fijamente al espejo, no a las velas reales. En el reflejo, ve cómo ese hilo rojo es lo único que mantiene esa situación forzada. Concéntrate en la necesidad imperiosa de que cada uno siga su propio camino.
Paso 3: El Corte (El acto central) Toma las tijeras. Con mano firme y sin temblar, acerca las cuchillas al tramo de hilo rojo que conecta ambas velas. Antes de cortar, respira profundo. Al cerrar las tijeras y cortar el hilo de un solo tajo, libera el aire y pronuncia la sentencia con autoridad:
La Sentencia de Separación
«Como el acero corta la seda, yo corto vuestro destino. Lo que el fuego unió, el fuego consume. Ya no sois uno, ahora sois dos extraños.
Lo que aquí se unió, aquí se separa.
Quedad libres el uno del otro. Está hecho.»
Paso 4: La Consumición Ahora que las velas están separadas físicamente, sepáralas un poco más en el altar (alejándolas unos centímetros una de la otra). Deja que se consuman por completo frente al espejo. El fuego se encargará de sellar el corte.
4. Clausura y Destierro (El Entierro)
El ritual no termina cuando se apagan las velas, sino cuando te deshaces de los restos. Este es el paso más importante para garantizar la distancia física y emocional.
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Recolección: Una vez consumidas las velas, recoge los restos de cera de cada una por separado. Es crucial que la cera de la «Vela A» no toque la cera de la «Vela B». El espejo debe limpiarse con agua y sal y guardarse en una tela negra.
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El Entierro Opuesto:
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Lleva los restos de la primera vela a un lugar lejano (por ejemplo, al Norte de la ciudad o en un parque específico) y entiérralos.
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Lleva los restos de la segunda vela a un lugar diametralmente opuesto (al Sur de la ciudad o en un sitio muy distante del primero) y entiérralos allí.
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Mientras entierras cada uno, decreta mentalmente: «Aquí te quedas tú, lejos de [Nombre de la otra persona]».
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Recomendación de Seguridad
Al trabajar con espejos y rituales de ruptura, se mueve mucha energía densa. Se recomienda que, al regresar a casa tras el entierro, te laves las manos con agua fría y sal para «cortar» tu propia conexión con el trabajo realizado.
¡Septiembre pasado lo hice y BOOM! Dos meses después el universo explotó a mi favor: el ritual ES UNA BOMBA de efectividad. Hoy lo juro con dos manos al aire: ¡FUNCIONA, FUNCIONA, FUNCIONA!
Yo también hice un ritual de separación, muy eficaz y, al mismo tiempo, mucho más sencillo. Se usa la foto de la persona que quieres alejar y un clavo oxidado. El ritual se hace solo por siete días y es mucho más fácil de realizar.
Llevo cinco años en una relación con una persona que está casada. Yo también estaba comprometido, pero dejé a mi esposa para estar con ella. Hoy en día ella se muestra indecisa respecto a nuestra relación y no se siente capaz de dejar a su marido. ¿Funcionará este ritual de separación en este caso? ¿Podríamos sufrir alguna repercusión energética? No tengo dinero para consultar a videntes; quiero hacer el ritual yo mismo.
Mira hermano, para ya que me pongo malo. Ahora resulta que hasta el gato se cree brujo… Pero esto no es un juego, ni un cursillo de fin de semana. La brujería es como el fuego, si no sabes manejarla te quemas y a las primeras de cambio. Hay que tener oficio, hay que tener don y, sobre todo, hay que tener responsabilidad, porque se mueven energías muy finas que si las tocas con manos torpes, vuelven como látigo y te dan en la conciencia. Y las entidades… ay, las entidades.. no hacen ascos ni firmes en triplicado, se quedan donde las invitas y cobran su factura, con intereses. Así que, si te vas a meter en un trabajo de separación que es magia negra, llámalo por su nombre, luego no vengas llorando cuando la sombra que enviaste decida quedarse a vivir en tu propio dormitorio.
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