Rituales de Amor del Dr. José Gregorio Hernández

(El Beato venezolano más milagroso para el amor – tradición popular caraqueña y larense)

José Gregorio es conocido como “el médico de los pobres” y, en el culto popular, también como el santo que arregla los corazones rotos, trae pareja y devuelve amores perdidos. Miles de venezolanos le prenden velas para asuntos de amor porque “nunca falla”.

Aquí tienes los 3 rituales de amor más fuertes y tradicionales que se le hacen al Beato:

1. La vela blanca de 7 días con la petición debajo (el más famoso)

Para: que una persona específica te busque, se enamore o vuelva.

Materiales:

• 1 vela blanca de 7 días con la imagen del Dr. José Gregorio (se consigue en cualquier botánica venezolana).
• 1 foto de la persona o su nombre escrito en papel blanco.
• Miel pura, agua bendita y pétalos de rosa blanca.
• 1 platillo blanco y 1 copa con agua limpia.

Cómo hacerlo:

1. Lava la vela con agua bendita diciendo: “Beato José Gregorio, limpia este amor y tráemelo puro.”
2. Unta la vela con miel de abajo hacia arriba diciendo 7 veces: “Como esta miel es dulce, así (nombre) será dulce y enamorado/a conmigo.”
3. Debajo del platillo pone la foto o el papel con la petición escrita: “Dr. José Gregorio Hernández, tú que curas los cuerpos y los corazones, cura el corazón de (nombre) y haz que solo me ame a mí, que me busque hoy mismo y nunca se aparte.”
4. Enciende la vela un lunes o jueves y todos los días a la misma hora rezas: “José Gregorio bendito, médico de los pobres y de los enamorados, trae a (nombre) a mis brazos sano/a de orgullo y enamorado/a de mí. Amén.”
5. La copa con agua la cambias cada día; cuando se llene de burbujas o se nuble es señal de que está trabajando.

Resultado: muchas personas reciben llamada o visita antes del día 7.

2. El ritual del estetoscopio y la bata blanca (para pareja nueva o matrimonio)

Para: atraer un amor bueno, serio y que quiera casarse.

Materiales:

• 1 estampa o imagen grande del Dr. José Gregorio con bata blanca.
• 1 vela blanca y 1 vela rosa.
• 1 bata blanca pequeña de juguete o un pedazo de tela blanca.
• 7 rosas blancas y 7 rosas rosadas.
• Azúcar, miel y canela.

Cómo hacerlo:

1. El viernes por la noche vistes la imagen con la bata blanca o la tela.
2. Pones las flores en forma de corazón delante de él.
3. Escribes en papel blanco: “José Gregorio, médico del alma, tráeme pareja buena, fiel y que quiera casarse conmigo.”
4. Untas las velas con miel + azúcar + canela y las enciendes diciendo 7 veces: “Beato, tú que sanas los enfermos de amor, sana mi soledad y envíame el amor que merezco.”
5. Cada noche le rezas la oración tradicional de los enamorados venezolanos: “José Gregorio Hernández, tú que curas con las manos y con el corazón, cura mi soledad y tráeme pareja antes de 7 semanas. Que sea buena persona, que me quiera de verdad y que quiera formar hogar conmigo. Amén.”

Resultado: muchísimas mujeres han conseguido novio formal y hasta propuesta de matrimonio en menos de 3 meses.

3. El ritual de la llave y el candado (para que vuelva y no se vaya nunca)

Para: cuando se fue y quieres que regrese para siempre.

Materiales:

• 1 candado pequeño con llave (nuevo).
• Foto de los dos juntos o los nombres escritos.
• 1 vela blanca y 1 vela roja.
• Hilo rojo y miel.

Cómo hacerlo:

1. Pones la foto o los nombres dentro del candado y lo cierras con llave.
2. Atas el candado con hilo rojo dando 7 nudos.
3. Untas todo con miel y lo colocas delante de la imagen del Beato.
4. Enciendes las dos velas y rezas 9 noches seguidas: “José Gregorio, médico santo, tú que tienes las llaves del cielo y del corazón, abre el corazón de (nombre) y ciérralo solo para mí. Que vuelva, que pida perdón y que nunca más se vaya. Con este candado lo ato y con tu bendición lo traes de regreso.”
5. Cuando la persona regrese, abres el candado y entierras la llave en una iglesia diciendo “gracias”.

Resultado: uno de los más rápidos; muchas veces la persona llama o aparece llorando en menos de 9 días.

Oración corta diaria que nunca falla (la rezan miles de venezolanos): “José Gregorio Hernández, tú que curas al cojo y al enfermo del corazón, cura el amor de (nombre) y haz que vuelva a mí, o tráeme uno mejor si este no es para mí. Amén.”